Retrasos ayer en los Alvia, pero no en la línea de alta velocidad

Dos Alvia sufren retrasos, uno por avería en el paso de Pilarica y otro por falta de tensión

Una avería eléctrica en el paso a nivel del barrio de La Pilarica, ya en la capital, originó ayer el retraso de un tren, mientras que problemas en el pantógrafo de otro convoy provocó que llegase a Valladolid también varios minutos más tarde.

La mayor demora se produjo en un Alvia procedente de Santander con destino Alicante, que salió de la ciudad cántabra a las 14.05 horas con 224 viajeros. El convoy llegó a las estación ferroviaria de Campo Grande 41 minutos más tarde de lo previsto al verse obligado a detener su marcha cuando la máquina detectó el problema.

Desde las 17.15 horas hasta las 17.50 permaneció averiado el paso a nivel de la Pilarica, aunque personal del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) permaneció allí más tiempo para regular el tráfico de vehículos hasta que el percance quedó totalmente solucionado.

El otro tren que sufrió retraso fue un Alvia procedente de Gijón con destino a Alicante. Un problema mecánico en el pantógrafo, –brazo articulado que toma la energía eléctrica de la catenaria para que el tren funcione–, al cambiar la tensión para adaptarse a la línea de alta velocidad en el intercambiador del Norte, provocó que el convoy llegase a la estación de Chamartín, en Madrid, con una demora de 17 minutos.

En el convoy, que salió de Valladolid a las 17.20 horas y debía estar en la capital de España a las 18.40 horas aproximadamente, no hizo su llegada hasta las 19.00 horas. Curiosamente en este tren viajaba la presidenta del Grupo Municipal Socialista, Soraya Rodríguez, y el secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo.

El último problema importante en el pantógrafo de un tren se produjo el pasado 2 de enero, en un Alvia 4071 Motor 130003 con 13 vehículos y 326 viajeros a bordo. Este convoy llegó a su destino 14 minutos tarde. El ferrocarril salió de Valladolid a las 07.58 horas, con tres minutos de adelanto, pero perdió 24 minutos al entrar en el intercambiador de Valdestillas, donde el brazo articulado que toma la energía eléctrica de la catenaria se encontraba sin tensión. Finalmente el tren pudo recuperar algunos minutos aunque entró en la estación ferroviaria de Chamartín 14 minutos tarde.

Renfe considera retrasos cuando los convoyes llegan a su destino 15 minutos tarde en el caso de los AVE y 20 minutos en el de los Alvia. De esta manera, desde el 23 de diciembre, fecha en la que se puso en marcha la Línea de Alta Velocidad Madrid-Valladolid para viajeros, se han registrado 16 demoras. La más importante, el 29 de diciembre. Hasta dos horas tuvieron que esperar decenas de viajeros en la estación Campo Grande por el tren procedente de Santander con destino Alicante. El Alvia que debía salir de Valladolid a las 10.21 horas estuvo parado en el intercambiador de ejes Norte hasta que otra máquina logró remolcarlo.

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En esta ocasión la línea de alta velocidad ha servido para disminuir el retraso con el que los Alvia llegaron a Madrid, ya que los problemas se ocasionaron en el tramo Valladolid-Norte, en la vía de siempre.